El otro día volviendo de fiesta (a las 8 de la mañana, después de una brutal caminata) encontré en medio de la acera un bolso blanco con flecos. Pensé que se le habría roto a alguien y no se habría tomado ni la molestia de tirarlo a la basura, pero cuál fué mi sorpresa cuando al darle una patadita descubrí que estaba completamente lleno.
Tras mirar a mi alrededor y comprobar que no había absolutamente nadie por allí, me pudo la curiosidad y miré dentro. Estaba lleno de coloretes y demás pintacaras de mujer, una cámara de fotos y un monedero con dinero, tarjetas de crédito, pasaporte, carnet de conducir, etc.. Entonces recordé la anécdota de Ellohir y su móvil y decidí contribuir a la causa. Me lo llevé a casa y tras comprobar que el nombre no salía en el listín telefónico (era de una chica del este, con documentación temporal), decidí llevarlo a la policía.
De camino me crucé con un coche patrulla y se lo dí a ellos. No preguntaron.
Solo espero que a la chica no le haya pasado nada, perder el bolso en medio de la nada es muy sospechoso...